Berenguela I de Castilla (Segovia 1180 - Burgos 1246) era
hija de Alfonso VIII de Castilla y Leonor de Plantagenet.
En 1197 contrae matrimonio con Alfonso IX, rey de León, y
con él, además de sellar la amistad entre ambos, el rey de León otorga
como dote a Berenguela ciertas plazas y castillos para su disfrute
propio. A cambio, Castilla devolvía a León todos los territorios que en
combate y a consecuencia de las guerras, había quitado a los leoneses.
En 1204 el matrimonio entre los monarcas es anulado por la
consanguinidad de ambos ya que el grado entre tío segundo y sobrina era
demasiado cercano como para que la iglesia lo pudiese permitir. A pesar
de este contratiempo, y de que Berenguela hubo de regresar a Castilla,
en León se quedaron los hijos del matrimonio, quedando todos ellos
legitimados.
En 1214 muere Alfonso VIII por lo que el trono de Castilla
pasa a manos de su hijo Enrique I que por entonces era menor de edad.
Será Berenguela quien actúe de regente hasta la muerte de Enrique en
1217 como consecuencia de un accidente mientras jugaba. La siguiente en
la línea sucesoria fue la propia Berenguela que hereda la corona,
pero a continuación cede sus derechos a su hijo Fernando.
Tras la muerte de Alfonso IX en 1230 interviene
activamente para lograr que su hijo Fernando sea proclamado rey de
León. Berenguela muere en el Monasterio de Santa María de las Huelgas,
proyecto personal de su madre Leonor de Plantagenet.