Las Cortes (o Curia Regia) de León de 1188 se celebraron
al comienzo del reinado de Alfonso IX en el claustro de la basílica de
San Isidoro. Han sido reconocidas por la Unesco como el “testimonio
documental más antiguo del parlamentarismo europeo”. El hecho
fundamental que justifica tal reconocimiento es que en esa reunión
se incorporan por primera vez representantes de las principales
ciudades con voz y voto. Entre otros acuerdos, en las Cortes se
reconoció la inviolabilidad el domicilio, del correo, la necesidad de
rey de convocar Cortes para hacer la guerra y declarar la paz, y se
garantizan numerosos derechos individuales y colectivos.