Sancho II de Castilla (1065-1072)
Heredó el reino de Castilla de manos de su padre Fernando I, tras
su muerte en 1065. Sin embargo, Sancho, apodado el Fuerte, no estuvo de
acuerdo con el reparto, e inició una serie de batallas destinadas a
recomponer la herencia paterna y someterla a su mandato. Pronto inició
hostilidades contra su hermano García rey de Galicia, a quién derrotó
con ayuda de su hermano Alfonso VI, rey de León en esos momentos,
encerrándole. Posteriormente batalló contra Alfonso VI, a quién derrotó
gracias a la ayuda del Cid Campeador en Llantada y Golpejera,
encarcelándolo primero en Burgos y exiliándolo después en el reino de
Toledo.
Posteriormente reconquistó Toro, en manos
de su hermana Elvira, y puso asedio a Zamora, donde encontró fuerte
oposición de parte de su hermana Urraca y de los zamoranos. En pleno
asedio, un tal Bellido Dolfos, simulando ser un desertor de Zamora,
consiguió acercarse a Sancho II, y con la excusa de mostrarle los
puntos débiles de la defensa zamorana, consiguió aislarle y darle
muerte.
Paradójicamente, la muerte de Sancho II en
1072, supuso que el reino de Castilla y sus posesiones pasasen a manos
del depuesto rey de León, Alfonso, hermano de Sancho, exiliado en
Toledo, que no liberó a su hermano García I, a quién mantuvo en prisión
hasta su muerte.