Ramón Berenguer IV (1131-1162)
Accede al condado tras heredarlo a la muerte de su padre Ramón
Berenguer III en 1131. En 1134 fallece el rey aragonés Alfonso I el
Batallador, sin descendencia, dejando sus territorios en manos de
diferentes órdenes religiosas. Sin embargo una facción nobiliaria va a
pretender que el hermano de Alfonso I, Ramiro, que era monje se haga
con el reino. Ramón Berenguer IV, apoyará la causa de Ramiro, que
finalmente se impondrá lo que le granjeará su apoyo y la concertación
del matrimonio con su hija, Petronila, en 1037, uniéndose así la corona
de Aragón y el condado de Barcelona, aunque como una unión patrimonial,
de forma que cada territorio mantenía sus leyes y costumbres. En 1037,
Ramiro II vuelve a su monasterio y Ramón Berenguer se convierte en rey
regente de Aragón.
El periodo de Ramón Berenguer
IV destaca también por sus avances en la reconquista, ya que ocupará
Tortosa, Lérida, Fraga y Mequinenza. Además, en 1151 firmó con el rey
castellano-leonés Alfonso VII, el tratado de Tudellén, que marcaba las
zonas de expansión de cada reino, a la vez que establecía la división
del reino de Navarra, poniendo fin a las pugnas fronterizas que
mantenían Castilla y Aragón.
En 1161, muere,
quedando el reino de Aragón y el condado de Cataluña en manos de su
primogénito, Alfonso II. Los territorios al norte de los Pirineos,
(Cerdaña, Carcasonne y Narbona) quedan en manos de su segundo hijo
Pedro.