Fue el primer
rey de Portugal. Hijo de Enrique de Borgoña y de Teresa, hija de
Alfonso VI, heredó el condado de Portugal a la muerte de su padre en
1112. En 1139 se proclamó rey de Portugal, pero no fue reconocido como
tal por Alfonso VII hasta la firma de tratado de Zamora en 1143.
Prosiguió la Reconquista, tomando Santarem, Lisboa (1147) y Évora, lo
que le permitió ampliar su territorio.